En toda primera comunión, no debe faltar una hermosa y rica tarta. Antes, las tartas solían ser todas muy parecidas, inevitablemente rematadas con muñequitos clónicos. Hoy en día, tenemos mucho más donde escoger.
Lo primero que tendrás que plantearte es qué tipo de tarta vas a querer. Con esto nos estamos refiriendo al sabor y, por supuesto, lo primero que tienes que tener en cuenta es los gustos del niño o niña que hace la primera comunión, porque aquí las opciones son casi infinitas: chocolate, nata, crema, con frutas... o una tarta estupenda de chuches.
Pero no solo tendrá que pensar en el sabor, sino también en la forma. Desde luego, la tarta clásica de uno o varios pisos siempre está ahí pero, si infinitas son las opciones respecto al sabor, también son infinitas las formas de personalizar la tarta: tarta de su equipo de fútbol favorito, de personajes o de princesas. Incluso, existe empresas que te pueden preparar una tarta que sea un escultura, efímera, por supuesto, con un retrato del pequeño.
Algo que también deberás de tener en cuenta es, en el caso de que recurras a un restaurante, salón o cáterin, es si este te impone el tener que encargarles la tarta a ello, lo que puede limitar tus opciones o si, por el contrario, puedes encargarla aparte.
Por último, no olvidemos la conservación de la tarta, especialmente si la celebración va a ser al aire libre o en casa. Piensa, por ejemplo, que pueden darse altas temperaturas y que la mayoría de los tipos de tartas, crema o chocolate, por ejemplo, necesitarán una refrigeración adecuada.
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