Uno de los momentos más importantes en la vida de nuestros hijos es la celebración de su primera comunión. Ese momento llena de ilusión a los pequeños, pero también a madres, padres, hermanos, abuelos y titos.
Empezamos hoy una pequeña serie de artículos destinados a orientarte y a aconsejarte sobre cómo preparar adecuadamente la primera comunión y su celebración, de forma que, en ese día tan esperado sea, en la medida de lo posible, perfecto.
Lo que sí que hay que decir, antes de nada, es que los preparativos deben comenzar con muchos meses de antelación, dado que las primeras comuniones se concentran todas tras la Pascua de Resurrección, en los meses de abril y mayo, en una fecha concreta que, normalmente, nos vendrá fijada desde la parroquia, por lo que en dos meses (o menos, si la semana santa cae tarde) todos los servicios y profesionales relacionados están a tope. Aconsejamos, por tanto, empezar a finales del verano anterior con la planificación y las reservas.